Por años, el Balneario Camping de San José ha sido sinónimo de excelencia. Para la región, su nombre es casi una marca registrada de verano, río y calidad de servicios. Pero detrás de ese reconocimiento —sostenido, profundo, intergeneracional— existe una historia que explica por qué este espacio sigue siendo un emblema turístico a escala provincial y nacional. No se trata solo de la enorme afluencia de visitantes, ni del impacto económico que genera cada temporada. Se trata, sobre todo, de un modelo de gestión pública que, lejos de permanecer quieto en las tradiciones, supo innovar, anticiparse y tomar decisiones valientes en un contexto cambiante.

Un balneario con historia… y con rumbo claro

Desde su creación, el Balneario Camping San José se convirtió en uno de los puntos más concurridos del corredor del río Uruguay. Sus amplias zonas de sombra, sus instalaciones mantenidas año tras año, y su amplitud natural lo posicionaron entre los lugares favoritos de miles de familias, acampantes y viajeros. Pero lo que realmente marcó un antes y un después fue su ingreso en procesos de certificación de calidad turística. San José no solo fue pionero en la región: se transformó en la primera playa de río del país en obtener una Norma IRAM, un sello que exige estandarización, seguridad, protocolos, planificación y servicios acordes a estándares profesionales.

Ese logro no fue casualidad. Desde hace años, diferentes gestiones municipales sostuvieron una línea de trabajo seria, con continuidad técnica y visión a largo plazo. Lo que empezó como un balneario tradicional terminó convirtiéndose en un caso testigo de cómo la gestión pública puede ser eficiente, innovadora y orientada al desarrollo local.

Hacia un nuevo hito: la certificación “Bandera Azul”

Ahora, el balneario avanza hacia un nuevo desafío que lo colocaría nuevamente en la vanguardia turística del país: convertirse en la primera playa de la Mesopotamia en obtener la certificación internacional “Bandera Azul”.

¿Qué es “Bandera Azul”?

Es un programa global que reconoce playas y balnearios que cumplen estrictos criterios ambientales, de seguridad, accesibilidad, educación ambiental y calidad del agua. Es, en el mundo, uno de los sellos más prestigiosos en materia de sustentabilidad turística. Obtener la Bandera Azul no solo eleva la reputación del destino: también demuestra un compromiso real con la gestión responsable, el cuidado del entorno natural y el bienestar del visitante. Para San José, sería un paso más en su recorrido hacia un turismo de calidad con impacto positivo.

Innovar también es animarse. 

Si algo caracteriza al modelo turístico de San José es la capacidad de tomar decisiones audaces. Una de ellas fue adelantar el verano, lanzando oficialmente “El Verano Más Largo de Entre Ríos”. Esta estrategia, impulsada por el municipio, permitió extender la temporada, atraer visitantes antes de lo habitual y posicionar a la ciudad como un destino activo incluso fuera de los meses tradicionales. No fue un golpe de suerte: fue planificación, diagnóstico, lectura del mercado y trabajo en equipo.  Hay visión y  eso se nota.

La reciente selección del Municipio de San José en el programa nacional “Promover Verano en Argentina” no hizo más que reafirmar algo que ya venía manifestándose: cuando un destino se anima a innovar, se vuelve atractivo; cuando reconoce sus fortalezas y trabaja sobre sus debilidades, se vuelve competitivo. Cuando muchas veces, la eficiencia del Estado suele ponerse en cuestionamiento, San José ofrece una evidencia concreta de lo contrario. Con sus dos principales atractivos —el Balneario Camping y el complejo termal— administrados íntegramente por la Municipalidad de San José, el modelo demuestra que lo público no solo puede funcionar: puede liderar, marcar agenda y generar desarrollo. La apuesta constante a la calidad, al orden, a la planificación y a la mejora continua permitió construir un destino turístico que trasciende temporadas. Un destino que entiende el presente sin dejar de mirar al futuro.

Y así, el Balneario Camping de San José continúa ampliando su historia. Una historia hecha de río, sombra, tradición y familia… pero también de estándares, certificaciones, innovación y decisiones que transforman. San José no solo recibe visitantes, construye turismo.